En Buenos Aires, Valentín con ocho años de edad, vive solo con su abuela. No ha visto a su madre desde que tenía tres años y él la extraña mucho. Su padre mujeriego, Vicente, se encuentra en la mayor parte del tiempo ausente, como un vendedor ambulante, que se preocupa más con su propia suerte que con el envío de dinero para ayudar a su madre y su hijo. Valentín tiene sueños como los niños más jóvenes, el principal es ser un astronauta. Él hace lo que puede, como caminar con los zapatos pesados para simular la gravedad cero y mantener su respiración bajo el agua, en su búsqueda de convertirse en un astronauta, a pesar de ser ligeramente bizco y miope, él cree que esto no puede frenar sus posibilidades.
Marcelo Saticg
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